Tadao Ando
Biografía
Tadao Ando nació en Ozaka en 1941. A temprana edad quedó bajo los cuidados de su abuela, de quien adoptó el apellido y sintió la necesidad de aprender el arte de la construcción. Antes de esto, aprendió el oficio de carpintero con un vecino, donde ya empezaban las primeras muestras de su capacidad creadora.
Tiene un hermano gemelo, aunque fueron criados por separado. En su juventud fue boxeador amateur, pero pronto lo dejó para dedicarse a la arquitectura.
De carácter duro de roer, pasó desde carpintero y boxeador hasta profesor de reconocidas universidades estadounidenses como la de Yale.
Formación
No recibió una formación académica en una escuela de arquitectura, su aprendizaje fue autodidacta y proviene de la lectura y de sus numerosos viajes formativos por Europa y Estados Unidos, así como de un minucioso estudio de la arquitectura tradicional japonesa tanto en Kioto como en Nara.
Debido a su situación económica se vio obligado a aprender desde el lugar de los hechos. Recorrió templos, viviendas y museos para ver la puesta en escena de lo que la universidad, no podría enseñarle. Sus primeros trabajos muestran un estilo postmoderno incipiente, aunque claramente adaptado a las costumbres niponas.
La presencia de elementos naturales en sus obras le acompañará durante toda su carrera. Durante los años ochenta, Tadao salta a la escena internacional como máximo exponente de la nueva arquitectura japonesa.
Durante sus viajes visitó edificios de Mies van der Rohe, Le Corbusier, Frank Lloyd Wright o Louis Kahn, algo que el influirá claramente en las formas y
materiales de sus edificios. En 1968 regresa a su país y funda en Osaka Tadao Ando Architects & Associates.
En 1970 se estableció en Osaka con "Tadao Ando Architect & Associates", empresa con la que comenzó su producción, primero de casas y pequeñas construcciones, y luego con edificaciones más importantes.
En 1976 recibe un premio de la Asociación Japonesa de Arquitectura por su Casa Azuma, en Osaka. En 1980 construyó la Casa Koshino en la ciudad de Asiya. Entre sus obras más importantes se encuentran la Capilla sobre el Agua (1985) en Tomanu, Hokkaido, la Iglesia de la Luz, en Ibaraki, Osaka, el Museo de los Niños (1990) en Himeji.
En 1996 recibe la Medalla de Oro de la Academia Francesa de Arquitectura, el Praemium Imperiale.
Fue invitado a impartir clase en la Universidad de Columbia como profesor visitante, yen la Universidad de Tokio y de Yale como catedrático.
Galardonado con el Premio Carlsberg en 1992, el Premio Pritzker en 1995, el Premio Imperiale en 1996 y el Premio Kyoto en 2002.
Trayectoria profesional
Sus primeros trabajos muestran un estilo postmoderno incipiente,
aunque claramente adaptado a las costumbres niponas.
Contrariamente al estilo arquitectónico tradicional japonés,
la temprana propuesta de Ando creaba un espacio interior cerrado, no abierto.
Utilizaba paredes austeras de hormigón sin ventanas para definir los límites de
estos espacios, y lo hacía basándose en criterios humanos, de forma que las
personas percibiesen esos espacios como apropiados y cómodos. Las paredes
separaban el exterior, frecuentemente ruidoso y caótico, del interior, que
estaba diseñado como remanso de tranquilidad, aislado de lo demás.
También destaca en estos años la urbanización Rokko Housing (1983-1993). En
esta urbanización materializó su sueño de realizar unos edificios escalonados
siguiendo la pendiente escarpada del propio monte, en donde cada vivienda
tuviese contacto directo con la naturaleza, diferenciándolas de un rascacielos
o cualquier otro edificio en altura. Nuevamente el espacio se convertía en la
fuente de inspiración más simple para pensar radicalmente la integración de
nuestro habitar moderno, al tiempo que lo hacía con una fuerte potenciación de
la experiencia física y sensorial del momento integrador. Con todo refuerza el
vínculo de Ando con la mentalidad zen.
Y la Capilla en el monte
Rokko (1986). Es similar a su contraparte en Hokkaido, es decir es un recinto
para la celebración de matrimonios y pertenece a un hotel. Ando utiliza su
vocabulario usual: geometría simple, el estudiado juego de luz y sombra,
superficies moduladas de concreto visto que dialogan con el metal y vidrio y un
delicado estudio de la iluminación natural, ya sea directa o indirecta.
Otra de sus obras es La
Iglesia de la luz. En ella, la arquitectura se relaciona con su entorno
natural a partir del enmarque. La luz ingresa al oscuro recinto de forma
controlada, transformándose en el elemento protagonista.
El Museo de Arte
Moderno de Fort Worth en Tejas, inaugurado en 2002, intensifica a gran
escala la relación entre espacio interior y exterior antes mencionada, relación
que debe ser entendida siempre desde su materialidad, su estructura y
morfología. Podríamos incluso decir que la estructura del edificio se vuelve el
camino para lograr esa visualización, ya que implementa en su construcción elementos
tales como el hormigón, el vidrio, agua y elementos estructurales, como las
columnas, creando un paisaje impactante que se impregna fácilmente en la
memoria de los visitantes.
Entre 2003 y 2005 construyó dos viviendas en Kobe, bautizadas
como 4x4. Se tratan de dos
impactantes edificios construidos en altura. Se sitúan a tan sólo cuatro
kilómetros de la isla de Aewaj.
El cliente pidió sentirse engullido por el mar, de ahí su
diseño en altura (13.4 metros) que le permite tener en las dos plantas superiores
la sensación de estar flotando sobre éste. La primera vivienda se asienta sobre
una pequeña parcela de 65 m2.
La Casa 4x4 II
se concluyó en 2005, fue construida a petición de otro cliente sobre un solar
de 74 m2, en total la vivienda cuenta con 84 m2 de superficie. La forma es
idéntica a la primera casa, sin embargo el material para los interiores ha
cambidado, en lugar de hormigón, encontramos grandes superficies recubiertas
de por madera laminada de roble de
Oregón potenciando el carácter orgánico de la construcción.
Estilo de trabajo
Aunque con referencias abstractas a la tradición japonesa,
sus trabajos están influidos en la misma medida por la extraordinaria sencillez
de la máxima expresión del Movimiento Moderno. Estas cualidades le han otorgado
fama internacional y le han convertido en uno de los arquitectos más conocidos
entre una generación de estudiantes de todo el mundo.
La primera impresión que provoca su arquitectura es la de su
materialidad. Sus poderosos muros de hormigón fijan un límite. Una segunda
impresión de la obra de este arquitecto es la de su tacto. Los sólidos muros
parecen suaves al tacto. Excluyen y después encierran, puesto que admiten la
luz, el viento y al visitante pasajero, que deja atrás el desorden de su
existencia cotidiana para encontrarse arropado en un ámbito de serenidad. La
tercera impresión de su arquitectura es la vacuidad. En su interior, el
visitante sólo se siente rodeado por la luz y el espacio.
Una de las metas de su trabajo es conjugar estos conceptos
del espacio de apariencia divergente en una arquitectura trascendente
unificada. Ando busca y halla en sus mejores trabajos la sencillez de la
perfección, un círculo impecable dibujado de un solo trazo por una mano firme.
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